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El 28 de junio de 1986 la banda terrorista ETA cometió el primer atentado contra el GAR. Esta acción se produjo cuando efectivos de la 2ª Compañía, fueron activados con motivo de una explosión que tuvo lugar a las 7:05 horas, en la carretera N-634 en el Alto de Orio, entre las localidades de Orio y Zarauz, dónde se produjo la explosión de un artefacto colocado en el talud de la carretera, al paso de un vehículo del Cuerpo perteneciente al Puesto de Zarauz, que causó heridas al Guardia Civil D. José Luis Jiménez Barba. Sobre las 08:30 horas, cuando esos efectivos se encontraban realizando un dispositivo de rastreo de la zona, recorriendo la carretera que conduce desde Zarauz al Alto de Meagas, al pasar a la altura de una construcción para la recogida de aguas, se produjo otra explosión al paso de uno de los vehículos del esta Unidad.
La explosión acabó en el acto con la vida del Guardia Civil Francisco Muriel Muñoz y causó heridas de gravedad a los Guardias Civiles José Carlos Marrero Sanabria y José María Baltasar Gil, que posteriormente fallecieron y, heridas de distinta consideración a los GC,s Juan Carlos Carballo Gañán, Manuel Ángel Arenal Linares, Alonso Vidal Triano y Luis Pérez Bao. Tras la agresión otros componentes del GAR acudieron en su auxilio para prestar las primeras asistencias, rastrear la zona y establecer un perímetro de seguridad. Mientras se realiza estas labores se produjo una nueva explosión que produjo lesiones al Guardia Civil Ramón Perona Sánchez. Esta acción terrorista fue llevada a cabo por los miembros de la banda ETA: José Antonio López Ruiz “Kubati”, José María Pérez Díaz, Begoña Uzcudun Echenagusia, José Ignacio Urdiain Ciriza y Miguel Azcue Berasaluce. En la detención de todos ellos participó el GAR, debiendo hacer mención al esfuerzo que supuso la detención de Kubati, que obligó a vigilar todas las cabinas telefónicas de la provincia de Guipúzcoa para lograr su apresamiento.