21 de mayo.El coronel Molano: «El honor que se pierde es imposible de recuperar»

Ceuta
21/05/2023 7:17 PM

El coronel Francisco Javier Molano, lidera la Unidad de Acción Rural (UAR), grupo de élite de la Guardia Civil en el que se engloban el Centro de Adiestramientos Especiales (CAE) y el Grupo de Acción Rápida (GAR); además es el jefe del impresionante equipo de profesionales que ha hecho posible la celebración de la primera edición de la carrera solidaria UAR Gladiator RACE, y es ejemplo de valores y solidaridad de la prueba, cabeza visible de lo que el pasado fin de semana se vivió en Logroño. Desde El Periódico de Ceuta hemos tenido la oportunidad de conversar con él sobre la importancia de los valores, el compromiso y la vocación de servicio público.

La Unidad de Acción Rural (UAR) de la Guardia Civil daba el sábado pasado el pistoletazo de salida a la primera edición de su evento solidario y deportivo “UAR-Gladiator-Race”. La carrera, celebrada en el Polígono de Experiencias Fuerzas Especiales de la Guardia Civil PEFE-GC, durante todo el fin de semana y con varias categorías, se realizaba en beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL). Se recogieron más de 40.000 euros y más de 30 personas se inscribieron en el registro de donación de médula.

El jefe de la UAR ingresó en la Guardia Civil en el año 1988 y estuvo destinado en varias unidades como los Grupos de Acción Rápida (GAR), la Unidad Central Operativa (UCO) y el Servicio de Asuntos Internos, así como en sectores de Tráfico de Galicia y Castilla y León. También participó en varias misiones internacionales. En Galicia, con el cargo de comandante, dirigió el servicio de Información. Al ascender a teniente coronel, fue destinado como jefe de Tráfico a Castilla y León hasta que regresó a su puesto en Galicia, que ocupó desde el año 2013, hasta el pasado 2021, cuando tomó posesión como nuevo jefe de la UAR.

El periódico de Ceuta está en Logroño porque hemos venido a colaborar en la carrera solidaria UAR Gladiator RACE, y lo primero que me gustaría es daros la enhorabuena por la iniciativa y por la excelente organización que habéis realizado, pero quería un pequeño balance y cómo se os ocurre meteros en una “movida” como esta…

Una “ movida” como esta es una “movida” como cualquier otra, es un reto, una motivación, una planificación, una ejecución, y ahora también estamos con el juicio crítico.

Pero no es una “movida” distinta a aquella que podemos planificar con respecto a una actividad terrorista o de narcotráfico o corrupción, en Málaga o en Ceuta, que la vamos a hacer con la misma ilusión, tenemos un objetivo que es hacer un servicio, servir a la sociedad quitando a los delincuentes, a los corruptos, aquello que estorba… y este es un servicio como otro cualquiera, vamos a ayudar a la sociedad colaborando con la lucha contra el cáncer y el hambre.

Todo aquello que sirve para ayudar a los demás es nuestro objetivo, no siempre tenemos que pelearnos, luchar o coger armas, en este caso nos damos a los demás a través de causas solidarias, algo que nos sirve además para reflexionar sobre nosotros mismos y darnos cuenta de que lo más importante en las organizaciones son las personas, la bondad y los valores de las personas. Cuanto mejor persona es uno, mejor servidor es.

                                                                                                                                                                                                                                                                      «Cuanto mejor persona es uno, mejor servidor es»

Tenemos que estar constantemente engrasándonos y recordándonos que somos personas que servimos a los demás y que tenemos que estar constantemente cuidando ese concepto de servicio a los demás. Tenemos que cuidar nuestros valores, de hecho nuestra unidad se denomina la “unidad del valor”, pero no por el valor que se supone que tenemos, sino por los valores que tenemos como individuos y que tenemos que estar constantemente cuidando. Nuestra base es el concepto ahumadiano de Guardia Civil: quiero buenas personas primero y después la misión a la que se van a dedicar, pero siendo una buena persona con una buena preparación, siempre será mejor y más apasionado cuanto más creamos en lo que tengamos que hacer.

La UAR Gladiator Race es una misión más, igual que otras muchas y forma parte de nuestro ADN. Estamos convencidos, vamos a seguir haciéndolo, y nuestra misión siempre es y será, servir a los demás, haciendo lo que sea. Haremos lo que tengamos que hacer siempre que conduzca a llevar la paz y las sonrisas a nuestra gente.

Tiene una trayectoria profesional impecable, ha pasado por distintos ámbitos de la Guardia Civil, ¿con cuál de los destinos te quedas, o mejor dicho, con qué cosas de cada uno de ellos?

Me quedo con todos, creo que cada destino tiene su atractivo, aportan mucho desde el punto de vida personal y profesional y es como volver a renacer y volver a reilusionarme con proyectos, con ideas, y de todos se sacan cosas que se pueden aportar en el resto de destinos.

Siempre hay un núcleo común, si tuviera decir algo con que me quedo es la relación con el personal. He estado en diferentes unidades, en casi todas de mando, y todas tienen un núcleo común: lo primero que debo hacer y enfocarme es en conocer al personal, a los servidores de los que me rodeo, conocerlos lo más a fondo posible, embarcarnos todos en un proyecto.

Por supuesto todos -los destinos- son diferentes, pero eso es lo de menos, hay nuevos procedimientos, medios distintos, pero eso es lo de menos, lo que es común y lo importante es conocer a esas personas con las que vamos a embarcarnos en ese proyecto, en ese objetivo, reilusionarnos y formar equipo, con un objetivo claro: servir a los demás.

Teniendo eso claro, por muy diferentes que parezcan las especialidades… el personal hacia un objetivo de servicio es común, hagas lo que hagas, vayas de paisano o vayas de uniforme, te dediques a la investigación, al tráfico o a cualquier otra tarea.


El coronel Molanp durante la entrevista en su despacho de Logroño / Miguel Temprano

Dentro de los papeles más fundamentales o por lo menos, lo que más prestigio le está dando a la GC es la lucha contra el narcotráfico, ¿podríamos decir que es el problema más importante que hay?

El narcotráfico es un problema importante, en el que nos estamos enfocando y tiene grandes titulares, y desde el punto de vista mediático es bastante apetecible tanto para la prensa como para las personas que quieren saber más de ello. Pero yo creo que lo más prestigioso siempre, sinceramente, es la labor diaria y callada de miles y miles de guardias civiles que están desplegados a lo largo de todo el territorio y que están en contacto con las personas de una manera anónima. Para mi ese contacto y ese quehacer diario,  es lo más prestigioso, es la Guardia Civil peculiar, la Guardia Civil que llamamos rural, la seguridad ciudadana… eso es fundamental y eso lo debemos mimar, porque es la base de la institución, y a partir de ahí hay operaciones que son bastante visibles, apetecibles desde el punto de vista mediático por toda la ciudadanía, que viste mucho. Pero sí que quiero hacer un guiño a esos miles de guardias civiles que con su labor diaria, callada y de acercamiento y servicio a los demás realizan una labor impecable y esencial. Después hay especialidades, incluso en la que yo ahora me encuentro -la del GAR-.

                                                                           «Lo más prestigioso siempre, sinceramente, es la labor diaria y callada de miles y miles de guardias civiles que están desplegados a lo largo de todo el territorio»

¿Cuál es la especialidad de la unidad de élite de la Guardia Civil?

Bueno, a mí no me gusta hablar de unidad especial de élite… desde el punto de vista mediático queda bien dar esos titulares, pero todas son unidades de élite, todo, todo el personal que de alguna manera se ofrece y se muestra a los demás está definiendo su concepto de élite. Élite es el servidor que se da en toda su extensión. Nosotros lo hacemos en una especialidad, con unas capacidades, pero hay otros que lo hacen de otras maneras incluso con menos medios.

Sí pero, aun así, para entrar al GAR, hay que ser de una pasta especial, de hecho, pocos lo consiguen en las distintas ediciones de los cursos que hay de acceso…

              «Aquí no queremos a una persona que física y psíquicamente sea impecable, si después no es capaz de integrarse, de ser generoso con el resto, de saber renunciar, o no, a determinado protagonismo cuando es necesario«

Bueno hay que ser de una pasta diferente, sí, y con unas capacidades distintas, se nos exigen unas pruebas bastante rigurosas, una selección bastante estricta, que continúa con un proceso de evaluación a lo largo del curso que es exigente, sacrificado y que nos pone a prueba y nos lleva al límite. Efectivamente este curso selecciona a personas que están dispuestas a autoexigirse, a autosacrificarse, a sufrir, y todo ello enfocado a aquello que se le va a exigir, que son misiones de alto riesgo, misiones que exigen unas capacidades físicas y emocionales también distintas, y también unos valores que son esenciales y se tienen muy en cuenta durante el curso, que hacen que sea una unidad muy compacta.


Agentes del GAR desplegados durante la Operación Soldado / Paloma F. Coleto

Aquí no queremos a una persona que física y psíquicamente sea impecable, si después no es capaz de integrarse, de ser generoso con el resto, de saber renunciar, o no, a determinado protagonismo cuando es necesario. Aquí lo que pedimos son líderes, porque en muchas ocasiones tienen que tomar decisiones alejado del mando, no van a tener tiempo de pedir la opinión del mando, hay que decidir rápido en cuestiones que son bastante delicadas. Con lo cual, cualquier guardia civil tiene que tener esas cualidades y convertirse en un líder para reaccionar y tomar decisiones por sí mismo.

Y tiene que tener esa autoexigencia, esa capacidad de decidir, y esa personalidad y autoridad en momentos delicados, de riesgo y una confianza extrema en sí mismo, que hace que sea una unidad distinta, pero vuelvo a incidir, a nosotros se nos exigen estas capacidades y a otros se les exigen otras distintas, pero aquí efectivamente la gente viene con una ilusión enorme y con ganas de darlo todo, y después efectivamente se une a ese perfil de persona física, psicológica y valores que hacen que seamos capaces de integrarnos, de convivir y de ser generosos…

Tenéis base en Logroño, pero podemos ver al GAR en cualquier parte del territorio, ¿para qué tipo de operaciones habéis estado en Ceuta?

El tener base en Logroño es una cuestión histórica, puesto que nosotros nacimos en el año 78 para fundamentalmente luchar contra el terrorismo etarra. Se eligió esta base, a retaguardia de las provincias vascas y de Navarra en la que había una proximidad, pero también nos permitía un cierto descanso, una forma de entrenamiento a cierta distancia de donde estaba el problema. Es una base estratégica elegida en ese momento, afortunadamente y gracias al esfuerzo, entre otros, de nuestra unidad combinado con mucha mas gente y con un protagonismo muy especial del servicio de información, el terrorismo etarra es ya es historia. Pero no por casualidad o porque ellos quisieran, sino porque se les impuso.

«Prefiero no decir las veces que hemos estado en Ceuta, pero hemos ido más veces de lo que la gente se cree y por supuesto, no siempre de uniforme o casi nunca de uniforme»

A pesar de ello, continuamos estando en Logroño, es más, estamos desarrollando más capacidades entre ellas el Polígono de Experiencias de Fuerzas Especiales (PEFE), que se ha establecido aquí y tenemos esta intención de continuar aquí. Nos desplegamos en España, allí donde se nos necesita, donde hay una necesidad sobre todo de controlar el territorio, imponer la autoridad o la ley, y allí donde hay una serie de necesidades derivadas del riesgo de la actividad, de la peligrosidad, de la existencia de terrorismo…por eso nos movemos por muchos sitios, unos más conocidos y otros que por supuesto, son anónimos, porque no siempre estamos visibles, no siempre hacemos servicios de uniforme.


El coronel Molano durante la entrevista en su despacho de Logroño / Miguel Temprano

En muchas ocasiones lo tenemos que hacer de paisano, para apoyar o hacer determinadas operaciones, siempre en coordinación con unidades territoriales y de apoyo a las Comandancias, o en combinación con unidades de investigación, como son los servicios de información, la UCO o el Servicio de Asuntos Internos.

De esa forma, y derivado de esa Operación Carteia, desarrollada por el ministro del Interior Grande-Marlaska que hizo una apuesta, tenemos una presencia que no siempre es visual, pero si control del sur de España y de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Por razones de discrecionalidad, y porque no me corresponde, prefiero no decir las veces que hemos estado en Ceuta, pero hemos ido más veces de lo que la gente se cree y por supuesto, no siempre de uniforme o casi nunca de uniforme.

Nuestra presencia en Ceuta y Melilla es continua en apoyo a las investigaciones y es un sitio que consideramos esencial para el control de la actividad derivada del narcotráfico, que no solo tiene que ver con la obtención de drogas, sino todo lo derivado: el blanqueo de capitales, la corrupción a todos los niveles, incluso también la interna y los problemas que se puedan derivar del narcotráfico. Es por ello que cada vez tenemos más control, mayor presencia y no siempre es visible.

¿Qué mensaje lanza a “los malos” desde la UAR y como coronel que además ha pasado por asuntos internos y que ha luchado de primera mano contra el narco?

El mensaje que lanzo a los delincuentes o a alguien que esté pensando en ser delincuente por creer que es una actividad rentable es que no merece la pena por muchos motivos: es una actividad prohibida desde el punto de vista normativo y está siempre jugando con su libertad; es una actividad que no ayuda a desarrollarse como persona y es un mal ejemplo y una mala vida para todo aquel que lo rodea. Es una actividad que te va a poner en el riesgo de la incertidumbre y que te hace rodearte de lo peor, de gente que no tiene escrúpulos, con lo cual tu vida se va a ver limitada, arriesgada y nunca va a ser plena.

Y no solo para las personas que realizan este tipo de actividad directamente, si no para quienes colaboran con esta delincuencia, en actividades secundarias, logísticas, informativas o que forman parte de esa corrupción a la que desgraciadamente nos tienen acostumbrados.

Les aconsejo que lo dejen, las personas que se dedican profesionalmente a otras actividades, si se meten en esto acaban con una vida que en principio debía ser digna, a lo mejor a corto plazo no acaban con ella, obteniendo réditos, pero nunca merece la pena… porque es una actividad que degrada a las personas, que no trae más que dolor, que trae mucho daño a la sociedad, no solo por la droga si no todo lo que la rodea: la violencia, ajustes de cuentas, delincuencias derivadas como el tráfico de seres humanos… la degradación de la persona derivada de ese exceso de dinero, el cómo se pierden esos valores del esfuerzo…

No puedo no aconsejar, sobre todo a aquellos que no se dedican a ello si no que, simplemente por coger el atajo del aprovechamiento económico, estropeen una vida digna, ejemplar, humilde pero plena… de la noche a la mañana se verán con esa muerte social. Porque el delincuente lo ha elegido, pero aquel que lo hace por avaricia, por ese atajo o por esos lujos que a corto plazo pueden tener, da lugar a una pérdida de dignidad que nunca compensa.

¿Qué es lo más complicado a lo que te has tenido que enfrentar?

He estado en varias especialidades… la lucha contra el terrorismo es complicada y se asumen ciertos riesgos, pero una unidad como la nuestra da mucha seguridad, porque te rodeas de gente muy preparada, con lo cual el riesgo es menor que aquellos que podían estar sufriendo y enfrentándose al terrorismo con menos preparación y a lo mejor con más soledad, como los que estaban en vigilancia… con lo cual no quiero dar mérito a nuestra unidad aunque parezca especial, sino lo que quiero ensalzar es labor de tantos guardias civiles que se enfrentaron al terrorismo desde otras perspectivas.

El riesgo físico no es algo que me pueda sorprender o marcar, son más los impactos emocionales que los impactos de bala en un momento dado… Lo más difícil es detener a guardias civiles que se han desviado y rompieron con nuestros valores.

El tener que detener a personas que conozco, el saber cómo de alguna manera personas que, como en Ceuta, que lo conozco perfectamente y me manejo bastante bien, y donde he trabajado mucho, sobre todo en la época en la que estuve en asuntos internos y en la UCO luchando contra el narcotráfico a través del blanqueo de capitales y… personas que han trabajado en otros ámbitos, como por ejemplo en el norte donde eran ejemplares y que lo han dado todo y las he conocido desde otra perspectiva como objetivos a los que detener, y reflexionas ¿en qué momento esa persona decidió traicionar a la institución, a aquello que significaba todo y por lo que estuvo dispuesto a dar la vida?, es lo que de alguna manera me impacta más.

«¿En qué momento esa persona decidió traicionar a la institución, a aquello que significaba todo y por lo que estuvo dispuesto a dar la vida?»

Te entra un pensamiento de por qué no fui capaz de evitarlo… puedo contar una anécdota de una persona a la que conocía y que tuvimos que detener, habíamos servido juntos en el norte, y lo peor que llevó la persona fue tener que enfrentarse a mi cuando tuvimos que tomarle manifestación. Era lo que más le avergonzó, y no el tener que enfrentarse ante el juez, si no el haber decepcionado a un compañero, personas que hemos luchado juntos, que hemos sufrido juntos,… porque esa persona no nació para esto.

Hay un antes y un después, porque el honor que se pierde es imposible de recuperar, podemos pedir perdón, arrepentirnos, pero la confianza se ha roto y da pena, pero ese tener que poner los grilletes a personas que hemos estado pasando horas juntos, vigilando, sudando juntos es lo que más me impacta, el resto no me sorprende porque la preparación hace que lo superes.

Coronel, esperamos verle pronto por Ceuta, y si desea aprovechar para decir algo más, los micrófonos son suyos….

Quiero aprovechar primero para agradecerte tu participación como voluntaria en este compromiso solidario que ha sido la UAR Gladiator RACE, que es lo que nos ha traído hasta aquí, hacer cosas por los demás, y lo has hecho de una manera excepcional, profesional y comprometida.

Tuvimos la ocasión de una manera conjunta, el primer día, de hacer la presentación y sabes Paloma, desde el primer día que formas parte de esta casa desde que te formaste y te formamos en ese curso de ambientación HEAT y como parte y familia de esta casa, nos tienes a disposición para todo lo que podamos ser de utilidad como servidores en lo profesional y en lo particular, porque todo el mundo que pasa por aquí, se queda aquí para siempre, en esta familia que cada vez va creciendo más.

Nos sentimos muy orgullosos y te vamos a seguir llamando y tú vas a seguir viniendo, si sigue siendo tu voluntad, nunca nos has decepcionado y nosotros no te vamos a decepcionar tampoco a ti.

Gracias por entrar en nuestra familia, porque se que estás haciendo una gran labor en tu diario digital “El Periódico de Ceuta” y te deseamos todo tipo de suerte, porque la comunicación es fundamental para la seguridad, está muy unido y tiene un papel esencial de llevar y de trasladar todo aquello que la ciudadanía necesita y ser voz de todo aquello que necesitamos saber, por lo que formas parte del concepto amplio de seguridad y te agradezco esa labor y quedamos completamente a tu disposición.

Fuente : El Periodico de Ceuta.

https://www.elperiodicodeceuta.es/el-coronel-molano-el-honor-que-se-pierde-es-imposible-de-recuperar/


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