Enlaces de interés
Sobre las ocho de la mañana del 26 de julio de 1986, la banda terrorista ETA asesinaba en Arechavaleta (Guipúzcoa) al teniente de la Guardia Civil Ignacio Mateu Istúriz y Guardia Civil Adrián González Revilla, mediante una bomba-trampa oculta entre la hierba en un campo próximo al acuartelamiento del Cuerpo en esa la localidad guipuzcoana.
Esa madrugada miembros de esa banda había lanzado dos granadas anticarro de carga hueca contra el mismo, que no causaron ni daños personales ni materiales. Efectivos de la 2ª Compañía del GAR fueron activados para inspeccionar los alrededores, localizando a doscientos metros, otra de las granadas. Cuando inspeccionaban una zona de campo próxima al cuartel, estalló la bomba-trampa que alcanzó de lleno a los Guardias Civiles fallecidos. Horas antes de producirse estos atentados contra el cuartel de Arechavaleta, el cuartel de la Guardia Civil de Ordicia también fue objeto de otra acción terrorista que causó tres heridos leves que fueron atendidos en el mismo cuartel sin necesidad de que fuesen trasladados a ningún centro hospitalario. Una de las granadas penetró en un pabellón deshabitado que se encuentra en las proximidades del edificio, la segunda fue arrojada al patio del acuartelamiento, y las otras dos cayeron en un campo próximo.
El 9 de febrero de 2004 fue detenido en el sur de Francia el etarra Luis Enrique Gárate Galarza, a) Zorro, que participó presuntamente en el atentado en el que murieron el teniente Ignacio Mateu Istúriz y el guardia civil Adrián González Revilla. Condenado a 15 años en Francia, fue entregado temporalmente a España en marzo de 2010 para ser juzgado por diversos atentados cometidos en los años ochenta.